La
concepción del marco de referencia sobre la Integración sensorial, fue descrita
por la reconocida terapeuta ocupacional, Anna Jean Ayres, en los años 1960 y
1970, en los Estados Unidos.
Anna Jean Ayres marca un
antes y después en el desarrollo de la Terapia Ocupacional, ya que, logra
revolucionar la práctica que está realizaba.
En esa época, las intervenciones estaban
destinadas y concebidas para los adultos, con actividades terapéuticas
predeterminadas. Ayres cambia el contexto terapéutico a uno más flexible y
lúdico, enfocándose principalmente en los sistemas sensoriales, llevando a que
el niño sea un participante activo dentro de la terapia; esto genera que la
sesión tenga apariencia de juego, produciendo en él motivación y diversión.
Otra
condición diferenciadora de esta terapia, es que controla el entorno, los
componentes sensoriales y motores de las actividades. Algunos de los elementos
presentes en un entorno diseñado para este tipo de intervención, es
encontrar columpios, hamacas, rampas, colchonetas, entre otros.
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